Ovulación: Cómo saber cuándo estás ovulando
Una gran mayoría de mujeres no saben cuándo ovulan y no saben distinguir ciertos “síntomas” que presenta la ovulación.
Anteriormente hablemos sobre el ciclo menstrual y de todas sus características, así que en esta sección nos centraremos más en la etapa de la ovulación en detalle.
Explicando la ovulación
La duración media del ciclo es de 28 días, pero se consideran dentro de la normalidad los ciclos que duran entre 21 y 40 días. Sin embargo, hoy en día hay diversas patologías como el SOP o la amenorrea hipotalámica pueden hacer que una mujer esté sin menstruación durante varios meses.
Lo primero de todo y fundamental es saber que el ciclo ovulatorio se divide en diferentes fases separadas por la ovulación: la fase folicular, en la que varios folículos van desarrollándose y, la fase lútea cuya duración es constante en cada mujer con una duración media de 14 días +/- 2 días. Entre ambas fases es cuando ocurre la ovulación.
Si se ha ovulado, la progesterona que se libera en esta fase producirá un aumento de la temperatura basal del cuerpo aumentándola entre 0,2 y 0,5ºC que se ha de mantener al menos durante 11 -12 días (una duración inferior podría indicar, entre otras cosas, una insuficiencia del cuerpo lúteo). Si el óvulo liberado no ha sido fecundado, la temperatura descenderá al finalizar la fase lútea y se producirá la menstruación. Si por el contrario el óvulo ha sido fecundado y, por lo tanto, se ha producido el embarazo, esta temperatura irá subiendo unas décimas, la temperatura se mantendrá elevada y no se producirá la menstruación.
Hay que tener en cuenta que la fase lútea es siempre constante, mientras que la fase folicular se puede alargar o bien acortar. De esta forma si nuestro ciclo dura 46 días y sabemos que nuestra fase lútea dura 14 días, nuestra fase folicular habrá tenido una duración de 32 días, ya que a la duración total del ciclo (46 días) le tenemos que restar los 14 días que corresponden a la fase lútea.
Algunas mujeres pueden tener una fase lútea de menos de 11-12 días, en cuyo caso estaríamos ante una fase lútea corta, que en caso de producirse embarazo dificultaría o no se llegaría a permitir la implantación, que suele producirse entre el 6º y el 10º día post-fecundación no dando tiempo al óvulo fecundado a implantarse.
Otro caso sería el de muchas mujeres que tienen una fase lútea deficiente, en la cual no generan suficiente progesterona, hormona que prepara el endometrio para la implantación del embrión y, mantiene el embarazo hasta que se forma la placenta, que comienza a desarrollarse ya en el momento de la implantación y que será la encargada de producir progesterona, entre otras hormonas del embarazo.
Cómo conocer la ovulación: medidor de ovulación y fertilidad
Los ginecólogos aconsejan hacer unos gráficos de temperatura durante al menos 4 meses para ver cómo funciona la ovulación, el procedimiento es muy sencillo, te lo explico a continuación.
1) Se toma la temperatura siempre a la misma hora, el sitio de la toma siempre ha de ser el mismo; puede ser oral, vaginal o rectal. Si se está resfriada o con fiebre no servirá la gráfica, no será fiable porque la temperatura será alta, al igual que si se está tomando progesterona como Utrogestan o Progeffik.
2) Anotarlo en una gráfica, como la que podéis ver a continuación:
Hay diferentes gráficas en Google que os podéis imprimir o incluso Apps para el móvil que os ayudarán a mantener el seguimiento. En la gráfica del ejemplo podemos ver como la temperatura sube justamente después de ovular y se mantiene alta hasta cuando va a venir la regla que vuelve a bajar.
Conoce tu moco cervical
En la ovulación el moco cervical se vuelve menos ácido y muy elástico, la consistencia es literalmente como clara de huevo. Si lo colocamos entre los dedos se estira varios centímetros.
Este flujo también lo llamamos flujo fértil dado que alimentará a los espermatozoides y les ayudará a subir hasta la trompa uterina donde está el óvulo esperando.
Una vez el óvulo no está disponible el moco se volverá pegajoso y dificultará la movilidad del espermatozoide, estos quedarán atrapados para que no puedan subir hasta la trompa. Este flujo lo llamamos flujo no fértil.
Por lo tanto, resumiendo, podemos decir que hay 2 tipos de flujo cervical.
- Tipo A: Está estimulado por los estrógenos, nos indica que estamos fértiles y se da antes de la ovulación, un máximo de 5 días antes de la ovulación. Es un tipo de moco como la clara de huevo: elástico, transparente, acuso y estirable. Permite el ascenso de los espermatozoides.
- Tipo B: Está estimulado por la progesterona, aparece después de la fase de la ovulación y nos indica que estamos infértiles. Produce un tapón mucoso para impedir la entrada de esperma y patógenos. Es un moco espeso parecido al yogur que puede ser blanco o amarillento.
Empieza a fijarte cómo va cambiando tu flujo vaginal según tu ciclo menstrual.
¿Son fiables los test de ovulación?
Depende de cada mujer, por ejemplo son un gran complemento junto con el control de la temperatura y la observación del moco cervical.
En el caso de las mujeres con SOP, los test de ovulación no llegan a ser 100% fiables, dado que este tipo de pruebas prevén una subida de la hormona LH que en mujeres con síndrome de ovarios poliquísticos suele estar anormalmente elevada dando un falso positivo en ovulación.
¿Qué días soy fértil?
Cuando el óvulo es liberado solamente dura 24 horas, pero en cambio los espermatozoides tienen una vida de unos 5 días, así que en un ciclo de manual, el típico de 28 días, los días fértiles serían entre el día 9 y el día 16. Pero los ciclos van variando, por lo tanto, tendrás que calcular que tus días fértiles serán entre 5 días antes y 2 días después de la ovulación.
Como véis es posible conocer tu ovulación aunque requiere de práctica y de paciencia. Como consejo, te acpnsejamos que comiences a observar tu flujo cervical y vayas anotando qué cambios ves. El truco es escucharte y conocer tu ciclo menstrual.